Prevenir antes de curar
La prevención tiene el propósito de reducir riesgos que pueden derivar en caídas, heridas… Centrándonos en las caídas existen determinados factores como la debilidad muscular, discapacidad cognitiva, miedo a caer, fármacos, edad (mayores de 65 años)… que aumentan el riesgo. Aquellos que sean modificables como el equilibrio, la fuerza muscular o la coordinación son los que podemos trabajar con el principal objetivo de reducir el riesgo de caída.
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Por otro lado, uno de los espacios donde más caídas se producen es en el hogar. Por ese motivo y en esta ocasión, atendiendo a los distintos espacios, aportamos consejos sobre como adaptar la vivienda para evitar las caídas y para conseguir una mayor autonomía en su día a día.
SALÓN
– El mobiliario no debe entorpecer el paso de las personas por la estancia.
– Elegiremos muebles con bordes redondeados para evitar daños en caso de tropiezo.
– Los asientos con reposabrazos y respaldos altos son los más cómodos para las personas mayores.
– Es una buena idea disponer de teléfono inalámbrico para no precipitarse en caso de llamada.
DORMITORIO
– Elegiremos camas de altura media para que puedan levantarse y acostarse sin dificultad.
– Los armario de altura baja permite que las personas mayores tengan a mano su ropa y pertenencias.
– Instalaremos el interruptor de la luz cerca de la cama. Mejor si tienen testigo luminoso que permita detectarlos en la oscuridad (a 90 cm del suelo).
– Para personas con gran grado de dependencia son recomendables las camas articuladas.
COCINA
– Colocaremos los utensilios cotidianos en los muebles más accesibles.
– Dispondremos de muebles prácticos como mesitas con ruedas para trasladar platos, vasos…
– Las cocinas de vitrocerámica son preferibles para evitar quemaduras, ya que permiten deslizar cazuelas y ollas.
BAÑO
– Sustituiremos la bañera por un plato de ducha a nivel del suelo colocando alfombrillas antideslizantes.
– Podemos instalar barras asideras dentro de la ducha o al lado del inodoro. Las barras de plástico son menos resbaladizas que las de acero inoxidable e igual de firmes.
– La taza debe de estar lo suficientemente alta, entre 45 y 50 cm.
SUELOS
– Deben de ser antideslizantes y de superficie lisa.
Como se puede observar, no es necesario realizar grandes obras para adaptar el domicilio ya que existen productos alternativos para facilitar el día a día de nuestros mayores.