Entrevista a Marcelino Lacarra usuario del CD Solera Pío XII
El pasado mes de septiembre uno de nuestros mayores del Centro de Día Solera Pío XII concedía una entrevista al Diario de Noticias para trasladar a la sociedad como ha sido su experiencia en el servicio diurno para mayores de Solera, como empezó y como se siente hoy en día.
“Nuestro protagonista Marcelino Lacarra (91 años)”
“Comenzó a ir al centro de día de personas mayores Solera Pío XII de Pamplona, el pasado 11 de enero, dice que se encuentra “muy a gusto. Estoy muy contento”. El que fuera funcionario del Ayuntamiento de Pamplona, donde trabajó en la limpieza, regando las calles en la sección de obras y como vigilante de jardines, destaca “el buen ambiente de los compañeros” y expresa su deseo de que “tengamos salud para venir mucho tiempo por aquí”. De hecho, Marcelino, vecino de Pamplona, pero natural de Olite, afirma: “He sido siempre delgado pero fuerte. No puedo cantar victoria, pero hasta la fecha no he estado nunca enfermo. El Señor me ha dado buena salud”.
Sin embargo, como apunta su hija, Dolores Lacarra Arellano, “hará cosa de un año y pico que le diagnosticaron un deterioro cognitivo asociado a demencia”. Dolores, de 60 años, reconoce que al principio fueron reacios a llevarlo a un centro de día, pero ahora lo aconseja a aquellas personas que se encuentren en una situación similar. “Mi padre está muy bien atendido, está muy bien acompañado y está muy bien alimentado. Aquí tiene estimulación cognitiva y eso vemos que le viene muy bien, porque le hacen muchas preguntas para saber hasta qué punto él es capaz de contestar. Hacen gimnasia, tienen algo de fisioterapia, les tienen muy controlados y la alimentación es muy variada. Veo a mi padre más motivado. Ahora, por lo menos, tiene comunicación. Estamos encantados y él, también”.”
Nuestra compañera Amaia Azparren (Trabajadora Social), explicaba a los medios que “uno de los objetivos del centro de día es mantener las capacidades que tiene la persona usuaria para preservarlas en el tiempo y promover que pueda estar más tiempo en el domicilio, evitando los ingresos residenciales”.
Por otro lado, Borja Macaya confesaba que “Les ajustamos las terapias y las actividades a sus motivaciones y a sus necesidades. Para eso, con nuestras terapeutas, psicólogas y fisioterapeutas, hacemos diferentes grupos que tienen distintos niveles, en los que vamos trabajando en función de sus capacidades”. Este recurso combina muy bien con la estancia en el propio domicilio”.
Además, confiesa Macaya que “La pandemia les obligó a cerrar del 15 de marzo al 15 de junio de 2020 y cuando abrieron lo hicieron “con mucho miedo”, confiesa Macaya, que asegura que “hemos conseguido hacer entornos seguros”.
Fuente: Diario de Noticias