Beneficios de estar activos
BENEFICIOS DE LLEVAR UNA VIDA ACTIVA
La sociedad actual está experimentando una situación excepcional que nos ha llevado a permanecer en casa durante un período muy prolongado ocasionado por la pandemia de la COVID-19.
Cuando las personas mayores permanecen mucho tiempo en casa sin actividad, los músculos se debilitan y el ánimo se ve resentido.
Sin embargo, aunque a veces el permanecer en los domicilios es necesario, bien por recomendación médica general u otro motivo, sigue teniendo un amplio abanico de actividades que pretenden ayudar a mantenerse activo y, en definitiva, sentirnos bien.
Para sentirnos bien es fundamental llevar una vida sana y seguir los consejos de nuestro médico.
Pero, ¿qué es tener una vida sana y cuáles son sus beneficios? Entedemos por llevar una vida sana realizar actividades que favorecen el mantenimiento de nuestra salud, tanto física como mental.
Para poder tener una vida sana es necesario fijarnos unos “hábitos saludables” que nos es más que rutinas o actividades saludables que repetiremos o incorporaremos a nuestras costumbres en el día a día.
Algunos de los beneficios que proporciona tener una rutina sana son:
- Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares
- Disminuye los dolores musculares.
- Favorece el mantenimiento de un peso equilibrado.
- Desciende el nivel de estrés.
- Mejora el estado de ánimo.
- Aumenta la energía diaria.
- Favorece el mantenimiento del rendimiento cognitivo.
Es frecuente que parezcan dudas sobre cómo crearnos una rutina sana y ponerla en práctica en día a día.
¡Hay que ir de menos a más!
Se puede comenzar por incorporar pequeños cambios en la actividad diaria. A continuación, os describimos algunos de los hábitos que ayudan a sentirse activo:
- Beber agua: La mejor forma de limpiar el organismo, eliminar toxinas, ayudar a la digestión de alimentos que se refleja en el aspecto de la piel y cabello.
- Dieta equilibrada: Los alimentos que se toman afectan al rendimiento del corazón, el peso, los niveles de colesterol…
- Práctica regular de ejercicio: La práctica de actividad física de forma reiterada a lo largo de la semana es uno de los hábitos principales.
- Descanso adecuado: Dormir es una de las funciones centrales del organismo.
- Canalización del estrés: Enfrentarse a situaciones de estrés perjudica la salud mental, emocional y física.
- Entrenamiento cognitivo:Uno de los aspectos negativos del envejecimiento es el deterioro cognitivo. Una de las formas de prevenirlo es realizar ejercicios que ayuden a afrontar los cambios y la adaptación a nuevos entornos, tarea conocida como estimulación cognitiva. La posibilidad de practicarla se ubica en centros especializados o en la realización de tareas como pasatiempos, aplicaciones interactivas, actividades culturales…
- Eliminación de hábitos negativos: Para que los anteriores sean efectivas, es necesario evitar tomar cafeína y estimulantes en general, así como eliminar hábitos nocivos como el consumo de alcohol y tabaco.
Comenzar a incorporar progresivamente estos hábitos, no supone mucho esfuerzo. Puede ser divertido ver cómo se va evolucionando, y se comienzan a sentir los cambios que una vida sana proporciona. Como recompensa, se percibirá un menor deterioro, teniendo la oportunidad de disfrutar con mayor calidad de los placeres que la vida
ofrece.